Autor: Sebastián Andrés Amar Muñoz
OJOS
DE ZOMBIE
me miran como un monstruo cuando me acerco, pero no puedo
evitarlo, tengo mucho hambre, me acabo de levantar de la tumba y solo quiero un
pequeño desayuno, aunque se trate de carne humana, incluso hasta un pequeño
cachorrito puede ser delicioso, pero yo no quiero hacerles daño, solo tengo
hambre, no es mi culpa que haya llegado el fin del mundo, solo soy una oveja al
servicio de la Muerte, igual que los esqueletos vivientes que destruyen todo a
su paso, odio ser un zombie, habría preferido quedarme muerto en mi tumba, pero
debe ser mi castigo por los pecados de mi pasado, por las mujerzuelas con
quienes me acosté, las amantes que tuve mientras estuve casado, como dilapidé
el dinero de mis niños en apuestas mientras estaban en el colegio, y por no ser
tolerante con las personas diferentes, de distintas religiones, condiciones
diferentes y estratos sociales, de razas, etc.
ese será el castigo de la humanidad, devorarse entre ellos
cuando llegue el fin, solo los justos y honestos se salvarán, o al menos los
que han sido buenas personas, porque yo como fiel católico, me confesé y
comulgué mientras era humano, pero ni eso me salvó de convertirme en un zombie,
ahora solo vivo para devorarme a quienes fueron igual que yo y convertirlos en
monstruos como nosotros, no es una existencia agradable, pero cuando termine
este Apocalípsis, nos han asegurado que los mortales vivirán una Nueva Época de
Paz, mientras los pecadores sufrimos nuestro castigo por nuestros errores
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